Tarpones en la Isla de La Juventud – Por Teótimo Becú

Una aventura inolvidable

La pesca con mosca me ha llevado a conocer muchos lugares remotos e increíbles, pero nunca había visitado un destino específicamente para pescar Tarpones. En un viaje a Los Roques, había logrado ver algunos Tarpones muy grandes deambular cerca del puerto; pero para nuestra desgracia, ya sabían “leer y escribir”. 

 

El año pasado, me llama un amigo y compañero de pesca de toda la vida, el Negro del Río, para contarme que Antonio Lynch y Daniel Beilinson le ofrecían varios destinos interesantes en el Caribe. Después de analizar diversas opciones, el “grupo” ( el Negro, Marcos San Miguel, Marcelo Mihura y yo) se decidió por la Isla de La Juventud, en Cuba, para fines de Junio de este año. La razón principal de la elección fue que esta Isla se caracteriza por tener una excelente pesca de tarpones medianos y grandes, entre otras especies también interesantes.

 

Introducción: características del Tarpón

Está presente en latitudes subtropicales en ambas orillas del Atlántico. Se lo encuentra en todo el Caribe, en el Golfo de México, y en las costas del continente Africano.

El Tarpón (Megalops atlanticus) es un pez que habita aguas costeras poco profundas, bahías, áreas con manglares, lagunas y ríos, tolerando distintos grados de salinidad. El agua en estos lugares es generalmente transparente, lo cual le agrega un gran atractivo a su pesca, pues en general  se hace a «pez visto»(sight-fishing). .

Puede medir hasta hasta 250 cms, y pesar hasta unos unos 170 kg. La edad máxima  documentada fue de 55 años.

De cuerpo compacto, posee grandes escamas y un color plateado intenso, lo que le valió el apodo de “Rey de Plata”. Su boca y ojos son muy grandes. No tiene dientes, pero su boca es muy ósea y dura, con una superficie similar a una lija. Por esto es crítico utilizar anzuelos de primera calidad y muy afilados, además de un tippet grueso para evitar el corte por el roce con la superficie rugosa de su boca

El Tarpon puede tolerar entornos pobres en oxígeno gracias a una rara característica: posee una vejiga natatoria modificada que le permite respirar oxígeno atmosférico.  Esta vejiga contiene tejido alveolar, y está comunicada con el esófago, convirtiéndola en un órgano parecido a un pulmón, que el Tarpón llena de aire de la superficie.

El tarpón come presas pequeñas, como sardinas y otro pescadito que en Cuba le dicen «majova». Generalmente se mueve en cardúmenes, con un movimiento característico, rompiendo brevemente la superficie al sacar su cabeza, lomo y cola del agua, haciendo rolling, algo muy similar a lo que hacen los delfines cuando salen a la superficie en busca de aire.

El tarpón tiene muy bien ganada su fama, debido a su fortaleza, potencia, y lucha con saltos espectaculares que presenta al ser enganchado. Esto lo  convierte en un gran trofeo para pescar con mosca

 

Equipo de pesca recomendado

En base a su tamaño, se suele clasificar a los tarpones en 3 categorías:

Baby Tarpon (aquellos que pesan hasta 30 Lbs), Tarpon Mediano (los que pasan de las 30 Lbs de peso hasta cerca de las 80 Lbs) y el Tarpon Grande (que son aquellos de más de 80 Lbs de peso )

Los equipos utilizados deben ser proporcionales al tamaño de los tarpones.

–    Cañas: De acción rápida o medio-rápida, números del # 8 y # 9 para tarpones pequeños y medianos y 10-12 para los grandes ejemplares. 9’ de longitud es lo recomendado.

–    Reeles de buena calidad, con un freno potente y progresivo, con capacidad para albergar la línea y 150 yardas de backing de 20 lbs (equipo # 8), 220/250 yardas de backing de 30 lbs ( equipo # 10 ) , y 300 yardas de backing de 30 lbs ( equipo # 12 ).

– Líneas floating weight forward especial para Tarpón, o floating clear wet tip, con un tip transparente de 9 pies de hundimiento tipo II.

También, para los canales con corriente que hay entre las islas, se debe utilizar líneas de hundimiento rápido, tipo IV y un running line intermédiate.

El leader debe ser armado por el guía, mejor si es de fluorocarbono por su propiedad de ser casi invisible bajo el agua, y generalmente debe tener unos 6-7 pies de largo, con una parte intermedia de 60 lbs como shocktippet o fusible, y un tippet de 80 lbs. Para Baby tarpon estas medidas pueden achicarse.

Las moscas más utilizadas son: Black Death, Purple Death, Cockroach, Tarpon Bunnies, Sea Streamers, Big Eye Tarpon Fly, etc, en anzuelos 3/0 a 5/0 de primera calidad.

 

El viaje a Cuba

El vuelo se hizo en 3 tramos: uno a Puerto Rico, en una aerolínea Portorriqueña ( muy buena por cierto ), el segundo a La Habana, en la misma aerolínea,  para luego dormir en La Habana en un muy buen hotel, y el último vuelo, a la Isla de La Juventud, fue corto, con una aerolínea cubana, que es apenas aceptable.

El Hotel adonde nos alojamos, “Rancho El Tata”, era sencillo, pero con todo el confort necesario. Buena comida (langosta a discreción!), y algo muy destacable, el servicio: todos los empleados muy simpáticos y serviciales. Esa misma noche conocimos al jefe de guías, el cual nos hizo una introducción de todos los detalles más importantes en la pesca del tarpón. Una cosa importante que nos recalcó es que para lograr el pique del Tarpon, es necesario poder ponerle la mosca con precisión justo adelante, y poder castear al menos 20-25 metros. El pique del Tarpón es impredecible: puede arremeter contra la mosca, o ignorarla olímpicamente. Entre los cuentos del guía y las fotos colgadas en el comedor, ya flotaba un ambiente de excitación; como será tener uno de esos monstruos en la punta de la línea?

 

El debut

 

Al día siguiente, en unos 15 minutos de auto ya estábamos en el embarcadero. Con los nervios del debut, armamos muy rápido todos los equipos. Los guías armaron todos los leaders a una velocidad increíble Todos teníamos un equipo # 8 para Bonefish, Snook y Baby Tarpon, uno # 10 para tarpones medianos o eventualmente grandes, y uno # 11 o # 12, para los más grandotes. Las cañas eran Sage Xi3, Sage Xi2, Sage XP y Redington CPS. Reeles Sage, Abel Super 8, Tibor, Lamson Velocity, Lamson Radius y Redington.

Las moscas que llevamos fueron atadas por Lucas Piedrabuena, Mario Capovía y algunas por mi sobrino, Nicolás Schwint.

Las lanchas eran muy buenas, tipo Carolina Skeef, especiales para pescar con mosca. El tamaño de la lancha solo permite que castee un pescador por vez. La navegación a los lugares de pesca toma un buen rato, de 45 minutos en adelante, y por desgracia el tiempo no estuvo de  nuestro lado en toda la estadía. Mucho viento, chaparrones, y oleaje. Debido  a la baja profundidad de toda el área, las olas nunca fueron muy grandes, pero aún así eran bastante molestas para navegar.

En aguas abiertas el color del agua era azul oscuro, pero a medida que nos acercábamos a las islas y manglares, está se volvió cristalina, lo que permitía ver el fondo. El paisaje es realmente muy lindo, con toda esa vegetación exuberante que parece que se sumergiera en el mar. Normalmente, la pesca se realiza a pez visto, en grandes “flats” de arena, zonas con manglares muy cerca de la costa, bahías, etc. Sin embargo, el fuerte viento agitaba mucho la superficie del agua, lo que dificultaba la visión al guía para detectar los cardúmenes de Tarpones. Además los Tarpones, con estas condiciones climáticas, se acercan poco a los lugares descriptos a comer. El guía, “Cockie”, sugirió pescar en los canales con correntada que se ubican entre las islas. Estos canales son profundos, de 2 a 5 metros, y en ciertas circunstancias, tienen una correntada considerable. Evidentemente es mucho más divertido pescar a pez visto, pero bueno, era lo que había. Cockie ancló la lancha en el veril de un canal bastante ancho. El viento arreciaba. Empecé con una Sage Xi2 # 11 con un Abel Super 8 ( préstamo de mi amigo Sebastián Casado!), y una línea Tropical Express de 450 gr de hundimiento tipo IV, con running line intermédiate. El equipo estaba bien balanceado, y con el correr de los casts le fui tomando la mano.

Por indicación de Cockie, empecé a dejar hundir la línea unos cuantos segundos; el stripeo lo hacía lento y con strips largos. Repentinamente, cerca del bote, sentí un toque, y luego algo me frenó la mosca; clavo firme con la mano izquierda, siento una corrida firme y corta, y en un abrir y cerrar de ojos tenía enganchado un torpedo que me sacaba toda la línea que tenía a mis pies a una velocidad que metía miedo. Lo primero que hice en esos primeros instantes, fue asegurarme de que la línea no se enredara con los dedos de mis pies, en el reel  o en cualquier lado; un error podría ser fatal !. Apenas levanté la cabeza, el “Bicho” saltaba espectacularmente afuera de agua. Era realmente muy grande !!. El freno del Abel estaba bien ajustado, con  el butt de la caña exigido al máximo, pero el tarpon no paraba de saltar espectacularmente y sacar backing a toda velocidad. A esta altura mi emoción y mis nervios no me dejaba pensar: como voy a traer semejante bestia ?.

Es muy difícil describir la fortaleza, agilidad y, especialmente la velocidad de este formidable adversario; no importa cuanto uno halla leído, ninguna preparación será suficiente para enfrentar a un grande por primera vez.

Cuando ya había sacado toda la línea y unos 80-90 metros de backing, detuvo su carrera, lo cual confieso que fue un alivio. Tenía una sensación mixta de adrenalina, disfrute y miedo de que se vaya. Dicen que de 7 Tarpones clavados, solo se saca uno. Causas: rotura de anzuelo, leader, línea o caña, o simplemente, se desenganchan. El guía me recomendó no hacer mucha fuerza o “bombear” con la caña formando un ángulo cerrado con la línea, por el peligro de explote la caña en su tercio inferior.

Cockie no quiso levantar el fondeo, así que con la correntada, la pelea se hizo durísima. El tarpón saltó varias veces más, con corridas no tan largas como la primera, pero muy potentes. Mi equipo estaba sometido al máximo, pero aún así, los metros que lograba recuperar, los perdía luego con la siguiente corrida.  En estos momentos críticos, valoré el freno de un reel de gran calidad como el Abel. Las olas, el viento, y la fuerza constante que tenía que hacer, más los nervios, me estaban matando. A los 45 minutos de pelea, ya pude arrimar el tarpón cerca del bote: era un barco! Rogaba a todos los santos, que por cierto no honro, que no se me escapara….

A la hora de lucha, finalmente Cockie pudo agarrar el monstruo, y con gran dificultad, izarlo al bote. Yo a esta altura ya estaba mareado, blanco, y medio descompuesto por el esfuerzo, pero feliz. Fotos y al agua. Ver semejante pescado irse nadando lentamente fue parte del placer.  Cockie le calculó unas 100 lbs; nada mal para empezar…..

 

Baby Tarpons y uno mediano

Durante toda nuestra estadía el clima no cambió, lo cual hizo que la cantidad de piques fuese discreta. Al tercer día de pesca El Negro, Marcos y Marcelo ya habían sacado varios tarpones a pez visto, aunque todos Baby Tarpon y Tarpon mediano. Pescar Baby Tarpon de 10 a 25 libras, a pez visto, puede ser muy divertido pero creo que es necesario usar un equipo # 8; sacarlos con los equipos grandes le resta mucho encanto. Es muy entretenido meterse en riachos, lagunas y lagunitas, y ver desfilar en fila india a estos Tarpones chicos, que entran y salen de los manglares. A veces  pasa un “school” completo debajo del bote.

El guía es capaz de divisar un cardumen de Tarpones a gran distancia. Estos nadan “roleando” como delfines, moviéndose sin esfuerzo, pero a una buena velocidad. Es importante no acercarse mucho para no espantarlos, y que el cast sea preciso. El Tarpon puede ignorar olímpicamente nuestra mosca, o abalanzarse sobre ella.

Decidimos probar en otro canal, para tratar de pinchar otro grande. Esta vez achiqué un poco el equipo, y probé mi flamante Sage Xi3 # 10 con un reel Lamson Radius, y una línea Scientific Anglers Tropical Express de 350 gr., que resultó un combo muy balanceado. La Xi3 me encanta, combina potencia con una acción justa que hace muy agradable su casteo. No me gustan los “palos”.

Al rato de anclar, pude clavar otro muy buen tarpon,  aunque era bastante más chico que el otro grande.  De todas maneras luchó como un león, pero había menos viento y yo estaba más relajado que con el primero, lo cual me hizo disfrutar más este pescado.  Me tomó unos 45 minutos de dura lucha reducirlo.  Este tarpón tuvo expulsó un fluido blanquecino en mi pierna, por lo que sufrí cargadas.  Cockie le calculó unas 60 libras de peso. La suerte me sonreía: el pique no era muy abundante, pero  había podido trepar 2 de 2 tarpones de los buenos.

 

Otras especies y la “Torre de Plata”

Todo el archipiélago adyacente a la Isla de La Juventud posee varias especies de peces muy interesantes: bonefishs, jacks, cuberas, barracudas, snooks, etc.

Me divertía el snook por sus costumbres: está siempre pegado o cerca de los manglares. Siempre es más interesante hacer fly o spinning cuando los peces están cerca de troncos, palos, vegetación hundida, etc. Marcos pudo sacar un buen snook, de unas 10 libras, Marcelo y el Negro pincharon también varios, pero yo no pude subir al bote ninguno. Otra cosa que me divierte de peces como el snook, es que muchas veces, una vez clavado, arrancan con todo a refugiarse a las plantas.

Salieron también un par de bonefish medianos. Creo que el bonefish pelea mucho en proporciona su peso.

Buscando Baby Tarpon, a Marcos se le prendió con mosca una flor de barracuda, que pesó como 30 libras. No me pongo colorado al confesar que a la barracuda ( igual que a la tararira !) me gusta pescarla con spinning.

Al tercer día, después de una larga travesía, llegamos a una laguna de aguas claras pero color óxido o té, que me recordaba a algunas lagunas para tararira. La superficie era un aceite, y con los troncos secos muy blancos en su superficie, todo tenía un aspecto fantasmal. Lo vi a Cockie muy concentrado oteando el horizonte, por lo que presentí que algo iba a ocurrir. En completo silencio el guía poleaba desde la plataforma trasera sobre-elevada de la lancha, cuando de repente gritó: a las 11, a las 11, tarpones !! . Para indicar la posición de los peces, los guías imaginan un reloj sobre la lancha, en el cual las 12 es la proa, y las 6 es la popa. Efectivamente, por allá lejos venían, “tonineando”, sin prisa, pero a toda velocidad !. Rápidamente Cockie acomodó el bote cerca de la supuesta trayectoria de los tarpones, para ponerlos a tiro. Eran grandes, muy grandes. Mi línea de flote cayó bastante cerca y adelante de los bichos, a unos 20 metros cuando Cockie me apuró: stri, strip !!!. Algo me frena  en seco la mosca, clavo bien firme, y antes de poder acomodarme una enorme torre plateada saltó entera afuera del agua, con la agilidad de una trucha arco iris de 1 Kg. Cabezazo, corte, y a llorar a la iglesia.

Todo sucedió en un instante, y me quedé impávido, tratando de entender lo que había sucedido. Mi error fue afirmarlo tanto cuando estaba tan cerca, sumado a que la potencia de los cabezazos de semejante bestia se multiplica en un medio menos denso como el aire. Ese día entendí porque es tan común que los grandes se escapen. Marcelo también perdió otro grande: le rompió el anzuelo……


Permits esquivos y la frutilla del postre

El cuarto día yo no pude salir a pescar por un ataque de hígado, pero el Negro no perdió el tiempo: sacó 5 tarpones, uno de unas 50 libras. Fue en una isla muy lejos. Habían visto muchos tarpones en aguas bajas, ideales para pescarlas con línea de flote. Decidimos enfilar para ese lugar.

En el camino Cockie se detuvo en una isla chica de arena rodeada de grandes flats con poca profundidad. Estuvo unos segundos mirando y de golpe gritó: palometa, palometa !!. No podía creer lo que veía. Un cardumen muy grande   ( Cockie calculó más 50 o 60 ) de permits, y grandes. Circulaban lentamente, todos sincronizados, y se detenían de tanto en tanto, con las colas afuera del agua. Nos arrimamos muy despacio, y el Negro les tiró con una XP # 8 , una imitación de camarón. Yo me salía de la vaina por tirar, pero no me tocaba !.

Después de varios tiros, y solamente un toque dudoso, era evidente que ese día las “tortas” no estaban de humor.

Enfilamos entonces a la “Isla Prometida”, teniendo que soportar olas bastantes grandes. El lugar en cuestión era una bahía, adonde desembocaba una salida de agua. Cockie apagó el motor y nos fuimos aproximando lentamente. Y allí estaban. Como oscuros espectros, que se recortaban sobre las áreas de arena blanca, se movían en Daisy Chain, el cual es el movimiento que realiza un cardumen de Tarpones al formar un círculo en el que se siguen unos a otros, como eslabones de una cadena, en este caso en el sentido de las agujas  de un reloj. Tenía mi Xi3 # 10 lista con una línea de flote, cuando repentinamente, antes de llegar al cardumen, vimos  una sombra oscura  que nos cruzaba delante de la proa a unos 15 metros. Le puse la mosca un par de metros adelante, y a los pocos strips la sombra se detuvo, y también mi mosca….en una fracción de segundo los 15 metros de línea que tenía a mis pies, mas otros cuantos de backing, desaparecieron a la velocidad de la luz con el tarpón, mar afuera. Salto espectacular, y seguía a toda velocidad. Este era mucho más rápido que el primero grande, y no paraba. Aliviado de que la línea no se hubiese enredado en ningún lado durante los primeros momentos, traté de ajustar un poco más el freno de mi Sage, pero no lo podía parar.

Calculamos que en esta primer corrida, entre la línea y el backing, debe haber sacado unas 120-130 yardas de hilo, con varios saltos incluidos. Cockie me informó que no iba a levantar el fondeo, lo cual le daba al tarpón una ventaja.  Por suerte en un momento decidió detenerse, pero la bestia no se iba a entregar así nomás. Durante unos cuantos minutos realmente no podía traerlo. Alternaba veloces corridas hacia mar afuera con saltos acrobáticos. Con mucha paciencia, poco a poco lo fui “bombeando” hacia el bote, pero el bicho no quería saber nada con arrimarse a la costa. La pelea se prolongó por casi una hora, y finalmente pudimos subir al bote este increíble animal. Cockie le calculó unas 110 lbs! Mi felicidad era total. Realmente era mucho más que lo que hubiese soñado. La suerte estuvo de mi lado.

 

Reflexiones finales

 

 

 

Pescar Tarpones puede llegar  a ser realmente una experiencia extraordinaria. El Tarpón es un pez muy  grande, e increíblemente veloz y ágil.  No creo que exista otro pez que someta al pescador de mosca a semejante esfuerzo físico, y emocional. Sin duda, se trata de uno de los peces mas deportivos para ser pescado con mosca.

Durante muchos años he ignorado el fly fishing en agua salada, y creo que ha sido un gran error.

La Isla de La Juventud es un excelente destino para pescarlos; abundan, además de otras especies. Y el lugar de pesca es paradisíaco. Los guías que nos tocaron son sin duda alguna, de clase internacional. Muy profesionales y simpáticos. Fue un gusto convivir con ellos todos esos días.

La gente en el Hotel, y el cubano en general, son muy cordiales y amables. Y por último, la operación con Daniel Beilinson/Antonio Lynch y Avalon, impecable. Todo funcionó a la perfección.

Espero volver algún día……..y que me pique un monstruo que me lleve toda la línea y además, el backing.

Teótimo Becú, 2010