Lago Pilhué

«La vida es bella en el Lago Pilhue». Eso es lo que sentimos en nuestra visita a este remoto rincón ubicado al noroeste del Parque Nacional Lanín, Provincia de Neuquén, primera etapa de una gira por la región. Allí fuimos con nuestras cámaras y equipos de pesca invitados por Claudio Hirsch, otro loco enamorado de la Patagonia que sucumbió a su hechizo y dedicado a conservar intacto este distante paraje de la pehuenia, la región de las milenarias araucarias.

Fueron días inolvidables, amaneceres entre la niebla y atardeceres rojos, en una sencilla cabaña, con un grupo de amigos con los cuales compartimos el amor por la naturaleza y la vida sencilla. Nos encontramos con Diego Oliver, guía de la región, en pleno scouting de la zona y tuvimos la oportunidad de ser testigos del asombro de Ferrick, una fotógrafa inglesa que se sumó al grupo como uno más. La pesca fue maravillosa, con equipos livianos, cañas #3, #4 y #5, lineas de flote o sinking tip nos cansamos de pescar arcoiris y fontinalis, que respondieron tanto a moscas secas como a alguaciles, chernobyls, pequeñas ninfas y las infalibles woolly buggers. Y cada día concluyó con un asado bien criollo, vinos argentinos y mates frente al fogón, que invariablemente terminaron en corazones abiertos, chistes y confidencias de trasnoche. Como nunca sentimos aquello de que «no hay extraños en la orilla de un río o un lago, solo amigos a los que no habíamos conocido antes». Gracias Claudio